domingo, 20 de noviembre de 2011


El desarrollo económico es la capacidad de países o regiones para crear riqueza a fin de promover y mantener la prosperidad o bienestar económico y social de sus habitantes. Podría pensarse al desarrollo económico como el resultado de los saltos cualitativos dentro de un sistema económico facilitado por tasas de crecimiento que se han mantenido altas en el tiempo y que han permitido mantener procesos de acumulación del capital. Evidentemente que los saltos cualitativos no se dan exclusivamente si se dan acumulaciones cuantitativas de una única variable, pues los saltos pueden ser incluso de carácter externo y no solo depender de las condiciones internas de un país. Se conoce el estudio del desarrollo económico como economía del desarrollo.      

SISTEMAS EDUCATIVOS DEFICIENTES

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirma que la educación es más importante que nunca, porque permitirá responder a los cambios demográfico y tecnológico que tienen efecto en los mercados laborales, es totalmente rentable inyectar más recursos a la educación superior, ya que los jóvenes con mayor formación se abren más oportunidades de empleo y dan mejores resultados para el desarrollo del país.

                                  

                         XICO                                                        INGLATERRA


POLÍTICA DE CONTROL NATAL INSUFICIENTE

En México seis millones 900 mil personas de 18 años y más tienen algún grado aprobado en nivel superior, 3.8 millones son hombres y 3.1 millones, mujeres. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), existen en el país 22.3 millones de hogares, de ellos, 79.4 por ciento están dirigidos por un hombre, y 20.6 por ciento por una mujer.

                                         


El ingreso de subsistencia equivale a una cantidad que va de cero a dos salarios mínimos, tomando como base el nivel general de salario mínimo vigente, la media de este rango es de 45 pesos mexicanos (casi cuatro dólares).

                                               
Según previsiones recientes, la población del país alcanzará 108.4 millones de habitantes en 2010, 121 millones en 2030 y 122 millones en 2050, señaló el Conapo. Destacó que en las próximas décadas la población de México completará la última fase de la transición demográfica y se reencaminará rápidamente a un crecimiento cada vez más reducido y a un perfil envejecido.
                                               
En la mayoría de los países en desarrollo se habrá duplicado la proporción de población de 65 años y más, entre los años 2000 y 2050 mencionó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de su Fondo de Población (UNFPA).

En 2004 las personas de 60 años y más en México representaron 7.5 por ciento de la población, lo que significa que una de cada 13 personas del país era un adulto mayor, refiere Conapo. La evolución de la edad media de la población en México, que pasó de 21.8 años en 1970, a casi 27 años en 2000, es uno de los indicadores que confirma que nuestra sociedad ha entrado en un proceso de envejecimiento.


De acuerdo al Conapo, se prevé que para 2030 la población tendrá una edad media de 37 años y de poco menos de 43 en 2050. Actualmente, 29.5 por ciento de la población mexicana se integra por menores, es decir 31.4 millones, siendo el estado de México la entidad con más niños, al registrar 4.2 millones.

En términos relativos las entidades con mayor proporción de población infantil son Chiapas, Guerrero y Aguascalientes, con 34.4, 33.8 y 32.2 por ciento, respectivamente. El Distrito Federal y Nuevo León, con 22.5 por ciento y 27.5 por ciento, respectivamente, muestran la clara tendencia a la disminución relativa de este grupo de edad que, aunado al aumento en el número de adultos mayores, muestra el envejecimiento demográfico en dichas entidades.

                              

El Conapo estima que en las próximas tres décadas continuará la concentración demográfica en las grandes ciudades y que el país seguirá reforzando su perfil urbano: Querétaro, Mérida, Cuernavaca, Aguascalientes, San Luis Potosí y Mexicali, rebasarán el millón de habitantes.

La mayor parte de la población urbana, 56.8 por ciento se concentrará en 15 ciudades grandes, y en 2030 la población de las ciudades medias y pequeñas representará 30.8 y 12.4 por ciento, del total urbano.

Por lo cual se espera que de los 127.2 millones de habitantes que tendrá México en el año 2030, 90.2 por ciento residirá en alguna ciudad. Las mediciones más recientes de la pobreza (2006), indican que en las ciudades reside una de cada tres personas en situación de pobreza alimentaria, dos de cada cinco en pobreza de capacidades y poco más de la mitad de la población en pobreza de patrimonio.

Se prevé que en los próximos 30 años el proceso de urbanización se profundizará y con ello la dimensión de los retos de las zonas metropolitanas, debido a que en ellas se va a concentrar 90 por ciento del crecimiento demográfico de México. Los requerimientos de vivienda en las zonas metropolitanas aumentarán de 15 a 22 millones en los próximos 22 años, lo cual representa casi 60 por ciento de aumento de la demanda total de viviendas que registrará el país en dicho período.

                                           


NO EXISTE PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA

Cuando las tierras destinadas a la producción agrícola son en su mayoría de temporal (sujetas a las variaciones de tiempo para su aprovechamiento) y no de riego (aprovechamiento de la pequeña y gran irrigación para su mejor uso) , se obtiene una producción insuficiente para cubrir las necesidades básicas de alimentación de la población y por tanto se tiene que importar granos básicos para la dieta popular en volúmenes considerables, lo cuál impide a muchos países alcanzar mejores niveles en la escala del desarrollo económico.
                                                   



SISTEMAS ADMINISTRATIVOS INSUFICIENTES PARA MANEJAR PROGRAMAS DE DESARROLLO ECONÓMICO
La finalidad de la política económica de la presente Administración será lograr un crecimiento sostenido más acelerado y generar los empleos formales que permitan mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos. Mejorar las condiciones de vida y las oportunidades de todos, especialmente de aquellos que viven en la pobreza, es un imperativo social. La insuficiencia de recursos económicos y la marginación impiden satisfacer las necesidades básicas y limitan la participación plena de los ciudadanos en los ámbitos político, social, económico y cultural. Sin oportunidades de empleo y de participación plena en la marcha económica del país, no es posible alcanzar un desarrollo humano integral. La creación de empleos favorece la estabilidad, la seguridad pública y la interacción social respetuosa de los derechos de los demás. Al mismo tiempo, el crecimiento económico debe darse sin sacrificar los recursos naturales, respetando al medio ambiente y sin comprometer el bienestarde generaciones futuras.

La estrategia integral propuesta en este Plan, basada en cinco grandes objetivos y ejes de acción, busca alcanzar un mejor desempeño económico. Cada eje de acción del Plan está interrelacionado con el crecimiento y el empleo. El fortalecimiento del Estado de Derecho y de la seguridad pública permitirá que los ciudadanos disfruten con tranquilidad de los resultados de su esfuerzo. Una economía nacional más competitiva brindará mejores condiciones para las inversiones y la creación de empleos que permitan a los individuos alcanzar un mayor nivel de bienestar económico. La igualdad de oportunidades educativas, profesionales y de salud es necesaria para que todos los mexicanos puedan participar plenamente en las actividades productivas. La estrategia de desarrollo económico cuidará el acervo natural del país y con ello evitará comprometer el bienestar de generaciones futuras. La estrategia de desarrollo requiere también de una gobernabilidad democrática que permita la convivencia de todos, de forma que se den resultados positivos para transformar la realidad económica del país. Finalmente, una política exterior responsable permitirá al país aprovechar las ventajas que brinda el entorno global para alcanzar mayores niveles de crecimiento y bienestar.

Los problemas sociales, políticos y económicos del país están íntimamente relacionados.Por ello, los grandes grupos de políticas públicas propuestos en este Plan son complementarios para contribuir a la superación de los retos en materia de pobreza, marginación y falta de oportunidades en todos los ámbitos. De progresar en todos los frentes, se podrá crear un círculo virtuoso: el mayor crecimiento económico generará mejores oportunidades de empleo y mayor desarrollo humano, mientras que los avances en el desarrollo social incrementarán la productividad de las personas. Asimismo, la reducción de la pobreza y la creación de oportunidades contribuirán a una mayor participación y estabilidad política y social así como respeto por el medio ambiente. Por ello, se utilizarán todos los instrumentos del Estado, avanzando simultáneamente en los cinco ejes de acción definidos en este Plan, con el fin de promover un crecimiento económico sostenido y más acelerado, una elevada creación de empleos, y un desarrollo humano pleno para todos los mexicanos.
                             



ALTO ÍNDICE DE INFLACIÓN

La utilidad de la inflación como instrumento para promover el desarrollo económico. El indicador más comúnmente aceptado para medir el grado de inflación lo constituye el movimiento de un amplio índice de precios que abarca un conjunto de bienes no sometidos a control de precios. Como en México no se dispone de un índice de precios suficientemente amplio, no existe ningún indicador de la inflación que sea totalmente aceptable. El mejor índice disponible es el de precios al mayoreo en el Distrito Federal, sin embargo, como nuestro principal interés se concentra en la economía monetaria, que en México gira alrededor del Distrito Federal, el uso de éste índice no deformara en gran medida nuestras conclusiones. La experiencia de México en el campo de la inflación ha sido prolongada y los movimientos de precios han sido, por término medio, de consideración. Entre 1935 y 1955, los precios se elevaron a una tasa media anual de 9.8% y en 15 de los 20 años esa tasa fue de 6% o más. Generalmente, estos grandes movimientos de precios han ido acompañados de cuantiosas adiciones a la oferta monetaria y, en algunos casos, por incrementos en la velocidad de circulación. De la oferta monetaria y la velocidad de circulación están medidos en relación con la cantidad de bienes y servicios disponibles.

Después de la crisis de deuda de 1982, el peso mexicano se devaluó 466% y de ahí México vivió años de estancamiento económico y tasas crecientes de inflación. En 1987 la tasa de inflación llego a ser de 160 %. Ante esta situación se adopto un programa de estabilización que logro reducir la inflación gradualmente. El 15 de diciembre de 1987, el presidente Miguel De La Madrid anuncio el pacto de Solidaridad Económica (PSE), un acuerdo firmado por representantes del gobierno, del sector laboral, del sector agrícola y del sector privado.

Este acuerdo propuso y comprometió a los firmantes, a las siguientes acciones:


Sanear las finanzas públicas logrando un superávit fiscal, mediante reducción del gasto público y aumento en algunos precios y tarifas de empresas gubernamentales.


Mantener una política monetaria restrictiva mediante el control del crédito interno del banco de México.


Comenzar el proceso de apertura comercial mediante la reducción de aranceles a las importaciones y eliminación de permisos de importación.


Mantener el tipo de cambio fijo


Otorgar incrementos salariales de acuerdo a porcentajes predeterminados, sin sobrepasar las tasas esperadas de inflación

Las expectativas inflacionarias que se habían formado por la experiencia de inflación reciente y la falta de confianza en la política económica hacían imperiosa la necesidad de buscar mecanismos tanto por el lado de la demanda como por el lado de la oferta, que aseguraran una reducción en la inflación. De este modo, el programa descrito (PSE) incorporo aspectos de demanda y de oferta. Las políticas monetarias y fiscales restrictivas actuarían para controlar el crecimiento en la demanda agregada, mientras las políticas de apertura comercial y de tipo de cambio contribuirían a controlar los costos, por el lado de la oferta. Conforme se avanzo en la implementación del programa se elimino la indización de los salarios a la inflación, para romper con esta relación que podría alargar el proceso inflacionario que se estaba tratando de eliminar. Se acordó que los incrementos salariales se otorgarían mediante acuerdos periódicos concertados entre los sectores de la sociedad, mas no automáticamente con base en la tasa de inflación. Por ultimo, es importante agregar que en 1988 se comenzó el proceso de privatización de empresas paraestatales con el objetivo de contribuir al saneamiento fiscal del gobierno y a incrementar la eficiencia de la producción.

Los efectos del programa de estabilización se comenzaron a mostrar desde 1998 cuando la inflación bajo a 52%, seguida de 20% en 1989, 30% en 1990, 19% en 1991, 12% en 1992, 8% en 1993 y 7.1% en 1994.


EFECTO SOBRE LOS PRECIOS

El efecto más inmediato y primordial de la inflación es la elevación progresiva del nivel general de precios. Sobre esta subida hay que decir que se trata no de una subida absoluta del nivel general de precios, sino de una variación de los precios relativos. Es decir, que no todos los precios suben en la misma proporción y a la vez, sino que hay precios que suben mucho y rápidamente, otros menos y lentamente, y algunos incluso no suben, o suben con retardo. Podemos citar dos causas por las que ocurre esto. Una es la diferente elasticidad que presentan las ofertas y demandas de los bienes en el mercado, y ya sabemos cómo esto influye en que los precios suban más o menos al modificarse los datos del mercado —demanda y oferta—. Otra razón es que algunos precios están sujetos a cláusulas contractuales a medio e incluso largo plazo, mientras que otros son sensibles inmediata­mente a las variaciones del mercado.


                                                                                   
EXPORTADOR DE UN SOLO ARTÍCULO
Un país que exporta solo un artículo o un número limitado de ellos, se vuelve dependiente de los países importadores de esos productos, así como también de las fluctuaciones internacionales de precios tal es el caso del petróleo y de infinidad de materias primas.
            
                                             

PAÍSES SUBDESARROLLADOS Y DESARROLLADOS

En los países desarrollados se vive cada vez mejor, pues tiene cubiertas sus necesidades de alimento, educación, salud , así como acceso a una gran variedad de satisfactores. Por su parte naciones subdesarrolladas pretenden reproducir el modelo económico dominante, tratando de alcanzar el nivel de los países ricos como Japón, la Unión Europea y, sobre todo, Estados Unidos, que además de contar con el podes económico tiene el poder militar que lo ha llevado a alcanzar la hegemonía mundial, aunque políticamente necesite de aliados.

La globalización no es solamente económica, sino también cultural. Pretende la homogeneidad en la forma de pensar. La cultura va quedando como mero objeto de curiosidad folclórica. Se van imponiendo parámetros en la forma de vestir, de comer, de escuchar música, de lograr satisfactores. Se globalizan también la delincuencia, el crimen organizado, el tráfico de armas convencionales y de armas nucleares, el juego, la prostitución, el mercado negro de divisas, el lavado de dinero, los paraísos fiscales y la evasión de impuestos.

La tarea política central del siglo XXI es la creación de un nuevo proyecto histórico con una perspectiva humanista y de solidaridad, haciendo a un lado la apatía y tratando de recuperar la memoria, para vivir y reconstruir un futuro obteniendo la fuerza de la razón; además, poniendo el avance técnico y científico a disposición y en beneficio de todos los pueblos del mundo.

Diferencias entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado
La diferencia de desarrollo entre países se deben a múltiples causas, no únicamente a las de tipo económico. Esas causas tienen a la vez un origen interno como externo. No todos los Estados tienen el mismo grado de organización social, ni similares estructuras productivas, ni parecidos recursos financieros, ni modos de vida equiparables. En la actualidad, dos realidades contrastan bruscamente: la de los países desarrollados y la de los países subdesarrollados o en desarrollo. El 80% de la población mundial vive en este segundo grupo.



Contraste entre zonas ricas y pobres en Hong Kong y su puerto donde viven miles 
de personas en condiciones precarias

Mundo desarrollado

Los países desarrollados tienen una alta renta por cápita, es decir, unos elevados ingresos medios por persona por encima de los 10.000 dólares anuales; una industria potente y tecnológicamente avanzada; un alto nivel de vida, que se refleja en el desarrollo de las infraestructuras y en la cantidad y calidad de servicios sanitarios, educativos, culturales, etc. además, una buena parte de la población mantiene un elevado nivel de consumo.
                                                      

Mundo subdesarrollado

Los países subdesarrollados tienen una baja renta por habitante, que normalmente no alcanza los 2.000 dólares anuales; un desarrollo industrial escaso o incipiente, pero que, con frecuencia, depende de la inversión exterior y está basado en la mano de obra batata y en el alto consumo energético; recursos naturales destinados fundamentalmente a la exportación; una fuerte dependencia del exterior en tecnología, comercio y créditos; un reducido nivel de vida, con servicios de baja calidad e inaccesibles a una gran parte de la población; deficientes infraestructuras; un elevado índice de analfabetismo; un crecimiento demográfico muy elevado; y un bajo nivel de consumo. Además, la inestabilidad política, la corrupción y la desigualdad social son corrientes en estos Estados.

El subdesarrollo: Tras la Segunda Guerra Mundial se comenzó a hablar de «subdesarrollo, para referirse a los países pobres. Generalmente, este término se usa en un sentido evolutivo: así, Naciones Unidas denomina a los países como países «en vías de desarrollo» o «en desarrollo», por contraposición a los países «desarrollados».

Hacia 1950, Alfred Sauvy utilizó la expresión «Tercer Mundo» para designar a los países pobres, comparándolos con el «Tercer Estado», el estamento más bajo de la sociedad francesa a fines del siglo XVIII

A mediados de 1970 surgió el término «Sur» para referirse a los países pobres , considerados como un hemisferio “Sur” mientras que los desarrollados constituían el hemisferio norte, aunque en ambos hemisferios hay todo tipo de países. Posteriormente se los llamó “periféricos” a los países que se sitúan en una posición de dependencia de los países del “centro o centrales” que ejercen un papel dominante.
                                             

Mapa del desarrollo

conceptos Norte y Sur no describen exactamente dos hemisferios geográficos, pues algunos países hemisferio sur presentan un altísimo desarrollo, mientras otros del hemisferio norte tienen un desarrollo escaso.

Los países más desarrollados son principalmente gran parte de los Estados europeos, Canadá. Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda.


Un desarrollo intermedio es el que presentan Rusia ya unas repúblicas soviéticas: Brasil y ciertos países de Iberoamérica sumidos en una prolongada crisis tras décadas de prosperidad; y algunos asiáticos que empiezan a crecer, como Malasia y Singapur.


En el extremo opuesto se encuentran los países más pobres del planeta, que se localizan en Asia meridional y oriental (Afganistán y Pakistán), en Centroamérica (Haití) y, sobre todo, en el África subsahariana.

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